Observatorio de aves Tij

Si te interesa el turismo ornitológico, no te pierdas el Vogelobservatorium Tij, en el antiguo estuario Haringvliet, donde no sólo podrás contemplar multitud de aves sino que, además, lo harás desde una construcción arquitectónica muy singular.

Cisnes mudos

En Stellendam, un pequeño pueblo perteneciente a la provincia neerlandesa de Holanda Meridional, existe un santuario de aves, Scheelhoek, al borde del cual se construyó en 2019 un peculiar observatorio de aves o, como aquí lo llaman, vogelkijkhut. En esta entrada te comento algunas características del lugar y consejos que te conviene saber si pretendes visitarlo.

Lo primero que debes hacer antes de ir es comprobar el estado de las mareas (más adelante te explico cómo hacer esto y porqué). También es importante que sepas que hace viento y frío a pesar de ser un sitio semicubierto, no sólo en invierno, en verano también. Si tienes dudas de si llevar una capa de ropa de más o una de menos, que sea una de más. Y un termo de té calentito también es un avituallamiento acertado.

Elige una hora adecuada para tu visita al observatorio: lo ideal es estar ya allí cuando empiece a amanecer porque, en cuestión de una o dos horas tras la salida del sol, se van casi todas las aves y las vistas pierden gran parte de su encanto.

Una vez que hayas hecho todos los preparativos, esta es la dirección a la que debes acudir: Parkeerplaats Deltahaven 61, Stellendam. En el aparcamiento del puerto deportivo, que es al aire libre y gratuito, encontrarás indicaciones para llegar al Vogelobservatorium Tij. El acceso a éste con perros y bicicletas está prohibido. Además, no está adaptado para sillas de ruedas o andadores. Tampoco se permite volar drones en la zona ya que se trata de un área protegida.

Del aparcamiento al observatorio hay que caminar durante unos metros a través de un sendero que suele estar cubierto de barro y grandes charcos, por lo que te recomiendo encarecidamente que lleves botas impermeables adecuadas. Si vas suficientemente temprano, puede que tengas suerte y encuentres algún que otro corzo; te aconsejo que seas lo más silencioso posible y que vayas con la cámara de fotos preparada, por si acaso, ya que estos animales salvajes salen huyendo con rapidez al oír el más mínimo ruido.

Después del sendero de barro continúa el trayecto por unas pasarelas de madera que a veces se inundan. De ahí la importancia de consultar de antemano el estado de las mareas y la accesibilidad de la vía. Puedes hacerlo en la página web del Ministerio de Infraestructura y Administración del Agua (haz click AQUÍ para acceder), fijándote en la gráfica de Stellendam: si el nivel del agua supera los 85 cm NAP (Normaal Amsterdams Peil), el trayecto no es transitable y se desaconseja la visita.

¿Sabías que…? La palabra “tij” significa “marea”. El nombre del observatorio no es arbitrario, ya que se ubica en un antiguo estuario del delta Rin-Mosa, llamado Haringvliet. “Haring”, dicho sea de paso, significa “arenque”, un pescado muy popular en los Países Bajos, que se prepara en salmuera al tradicional estilo neerlandés y que la gente suele tomar tal cual o aderezado con trocitos de cebolla en un bocadillo.

Tras las pasarelas, hay que atravesar un túnel oscuro hasta llegar al observatorio (puedes llevar una linterna si no te sientes muy aventurero/a) y, al final del mismo, te encontrarás en el interior de un observatorio... ¡con forma de huevo! Entonces podrás disfrutar a través de sus ventanas del espectáculo que es la naturaleza.

Aves como el cormorán grande, el aguilucho lagunero, el martín pescador, la espátula común, la garceta, el zarapito real, la barnacla cariblanca, la gaviota cabecinegra, el zorzal común, y muchas más, se pueden avistar desde el observatorio, según la temporada.

Envuélvete en el bullicioso trinar del despertar matutino, descubre aves zambulléndose en el agua y desapareciendo durante segundos, observa cómo buscan comida en los sedimentos de las orillas, cómo se acicalan meticulosamente, cómo las crías van siguiendo a sus padres con torpeza a la vez que dinamismo y, finalmente, cómo alzan el vuelo en bandada con perfecta coordinación, dispuestas a buscarse la vida durante el resto del día.

En el observatorio hay un telescopio de Swarovski disponible para uso público, como puedes ver en una de las fotos anteriores. Es gratuito pero sólo hay uno, así que, si posees un telescopio o unos prismáticos propios, no dudes en llevártelos. Por supuesto, si te gusta la fotografía, recomiendo ir con lente teleobjetivo.

Además, el diseño del observatorio posibilita contemplar el paisaje en 360 grados, incluyendo las impresionantes exclusas de Haringvlietdam, que desde hace unos años permiten de nuevo el intercambio de aguas entre Haringvliet y el Mar del Norte, y que son de grandísima importancia económica y ambiental.

Si te interesa el avistamiento de aves, otros lugares idóneos para practicar esta actividad son Tongplat, en el Parque Nacional De Biesbosch, e Inlaagweg, en el Parque Nacional Escalda Oriental (Oosterschelde). Infórmate sobre este último en la publicación “Campos rojos de salicornia”.

¿Sueles hacer excursiones con el propósito de observar animales en libertad? ¿Has probado el haring al estilo neerlandés?

¡Que pases un buen día! Fijne dag verder!

Nota: la mayoría de fotos en esta publicación han sido tomadas por mi pareja, Aleksander Szpilczyński, a quien le cuesta madrugar menos que a mí y, por tanto, ha ido más veces al observatorio. Nos las ha cedido amablemente para que todos podamos disfrutar de ellas.