acerca de ESTE BLOG

La idea de “Viviendo entre molinos” surgió en 2019, a raíz de las múltiples visitas de amigos y familiares que había recibido en casa a lo largo de los casi cinco años que llevaba viviendo en los Países Bajos. Todos al llegar preguntaban detalles sobre cómo es la vida aquí y, a lo largo de su estancia, comentaban cosas que les llamaban la atención, que son las mismas que llamaron mi atención en el comienzo de mis andaduras por este país.

La gente todavía se sorprende y se interesa cuando viene de visita. Comentarios como “¡cuánto verde por todas partes!” o “¡¿no hay rejas en las ventanas?!” se siguen repitiendo una y otra vez.

Habrás podido observar que la mayoría de guías de viaje de los Países Bajos está enfocada al turismo en Ámsterdam… y poco más. Con frecuencia pasa desapercibido el hecho de que el país tiene muchísimo más que ofrecer: otras ciudades que merece la pena visitar, pueblecitos con encanto, una naturaleza que, a pesar de lo simple por la falta (o escasez) de montañas, sorprende y maravilla por cuán verde es, y una cultura que destaca entre otras cosas por su respeto a la calidad de vida.

Soy una gran defensora de que las diferencias culturales nos enriquecen. Aprender sobre otras costumbres y tradiciones nos hace cuestionarnos las nuestras propias: cosas que hacemos porque son lo que siempre hemos conocido o considerado como “lo normal”... ¿son normales en otras partes del mundo? Cuando viajas, cuando hablas con gente de otros sitios, te vuelves menos juicioso y más tolerante.

Es por estas razones que he decidido crear el blog, donde iré desvelando a través de breves artículos cosas que debes saber si vas a venir al país (ya sea unos días o a quedarte a vivir), sitios que visitar, recomendaciones e información útil, curiosidades sobre el país y sus gentes, diferentes costumbres, cosas que llaman la atención cuando vienes, cosas que no se suelen contar, mi experiencia personal, anécdotas, etc.

Espero que disfrutes leyendo las publicaciones y que su contenido te ayude a planear tu estancia y/o satisfacer tu curiosidad general.

¡Que pases un buen día! Fijne dag verder!