En tren por los Países Bajos

El toeslag, el vagón del silencio y más cosas que te conviene saber a la hora de desplazarte en tren por los Países Bajos, resumidas en esta guía paso a paso.

Recientemente hemos tenido en casa la visita de un familiar, en lo que ha sido una de sus paradas dentro de un viaje por Europa con Interrail. La visita me ha inspirado para terminar de redactar un artículo que tenía medio preparado desde hace un tiempo y que ahora puede resultar útil para muchos, por la facilidad para viajar de nuevo.

1. Comprar el billete

El primer paso para desplazarte en tren por los Países Bajos es, obviamente, comprar un billete. Puedes hacerlo por internet, en la oficina de atención al cliente de las estaciones más grandes o en unos cajeros automáticos de color amarillo donde sólo admiten pago con tarjeta (de crédito o PinPas) -infórmate acerca de los métodos de pago más habituales en el artículo “¡Trae monedas!”-.

Durante el proceso de compra, deberás seleccionar con qué compañía vas a desplazarte. Las más destacadas son las siguientes:

  • NS (Nederlandse Spoorwegen), dividiéndose en NS Reizigers para destinos nacionales y NS Internationaal para destinos internacionales (con alguna parada intermedia dentro del país).

  • Arriva, que cubre algunos trayectos regionales, principalmente por las provincias del este.

  • Thalys, para conexiones entre los Países Bajos, Bélgica, Alemania y Francia.

  • Eurostar, para viajar hasta Londres a través del Eurotúnel.

He incluido enlaces a las páginas web de estas empresas (texto resaltado en azul), para que puedas consultar fácilmente los recorridos y horarios de los diferentes trenes, tarifas de precios, abonos, etc.

Si viajas con NS, ten en cuenta que hay rutas especiales como, por ejemplo, las de recorrido directo (Intercity direct), para las que tendrás que pagar un toeslag (suplemento). Esto lo podrás hacer a la hora de comprar el billete o cuando llegues a la vía, picando en unos postes que hay para ello.

Si vas a viajar con bicicleta o con mascota, deberás adquirir billetes de tren especiales para ellos. Los perros guía pueden viajar gratuitamente y sin limitaciones.

Debes saber también que en los trenes nacionales el billete es válido para cualquier hora del día, ya que los asientos no están numerados (el funcionamiento es, por tanto, similar al del metro o el autobús), mientras que en los trenes internacionales sí hay que elegir hora y asiento.


2. Identificar la vía de donde sale tu tren / Acceder al tren

Ya has conseguido tu billete y has entrado en la estación, ¡importante!, si el billete que compraste no es digital sino físico, no lo tires tras pasar las barreras, lo necesitarás a la salida para hacer el check-out.

Y ahora… ¿hacia dónde te diriges? Para averiguarlo tienes que saber cuál es el destino final de tu tren. Busca en las pantallas de la estación (o en las páginas web anteriores) un tren con ese destino y comprueba si es el directo o el que va haciendo múltiples paradas (en caso de que existan ambas posibilidades). Cuando hayas localizado tu tren, al lado figurará la vía a la que debes dirigirte. A veces cambian la vía a última hora. No es muy frecuente pero sucede, así que permanece atento, no vaya a ser que te quedes esperando el tren equivocado.

Respecto a la accesibilidad de los trenes, la mayoría cuenta con escalones altos por lo que, si tienes algún tipo de discapacidad motriz o visual, probablemente tendrás que solicitar asistencia para tu viaje. NS ofrece el servicio gratuitamente pero debes solicitarlo con antelación.

3. Dentro del tren

En trayectos nacionales, el billete de tren es válido para cualquier hora del día, como he mencionado antes. Simplemente te metes en cualquier vagón y, si no hay asientos libres, te quedas de pie en mitad del pasillo. No te extrañe que en hora punta los vagones parezcan latas de sardinas.

Ojo con el vagón al que entras, ya que los hay de primera y de segunda clase (se distinguen por un número grande -1 ó 2- pintado al lado de las puertas de acceso). Si quieres viajar en primera clase deberás pagar previamente un suplemento, el toeslag 2-1.

Hay también vagones del silencio, que se identifican por una letra “S” grabada normalmente en las ventanas. Como podrás imaginar, en estos vagones no se debe hablar ni hacer ningún tipo de ruido y deberás silenciar tu teléfono móvil.

Bien, has conseguido entrar al tren. A lo mejor puedes sentarte o a lo mejor no. A lo mejor tienes que guardar silencio o a lo mejor te encuentras con gente hablando a voces. A lo mejor pasa un revisor pidiéndote el billete; si no lo tienes, te pondrá una buena multa. A lo mejor pasa un muchacho con una mochila muy aparatosa ofreciendo café; puedes beberlo, no es ninguna artimaña para drogarte y robarte (lee más sobre esto en el artículo “El café incorrecto”). A lo mejor hay aseos en el tren o a lo mejor no. Lo que habrá casi seguro será abundancia de paisajes verdes al otro lado de la ventana.

Como último consejo, si vas en hora punta, dirígete con tiempo suficiente a la puerta de salida porque a veces, con tanta gente obstaculizando el camino, se tarda un rato en llegar.

Espero que esta publicación te ayude a aliviar las dudas y preocupaciones típicas de quien va a un sitio desconocido. Disfruta de tu viaje y no olvides mirar por la ventana en busca de vacas y molinos.

¡Que pases un buen día! Fijne dag verder!